Generalmente un estudiante de yoga muestra ciertas actitudes y comportamientos que contribuyen al éxito en la práctica y a su crecimiento personal.
- Respeto: Un buen alumno muestra respeto hacia el maestro, los compañeros de clase y la tradición del yoga en sí. Esto incluye escuchar atentamente las instrucciones del maestro y tratar a los demás con amabilidad y consideración.
- Apertura mental: Estar dispuesto a aprender y explorar nuevas ideas y técnicas es fundamental en el yoga. Un buen alumno está abierto a probar diferentes estilos de yoga, posturas y enfoques, y está dispuesto a desafiar sus propias creencias y ideas preconcebidas.
- Práctica regular: La consistencia es esencial en el yoga. Un buen alumno se compromete con su práctica regularmente, comprendiendo que el progreso y los beneficios vienen a través de la constancia.
- Paciencia: El yoga es un camino de desarrollo gradual. Un buen alumno comprende que el progreso puede ser lento y está dispuesto a ser paciente consigo mismo, sin frustrarse por no alcanzar resultados inmediatos.
- Escucha al cuerpo: El autoconocimiento es esencial en el yoga. Un buen alumno presta atención a las sensaciones de su cuerpo durante la práctica y respeta sus límites. No forzar su cuerpo en posturas que pueden resultar dañinas.
- Mente presente: El yoga implica estar presente en el momento, concentrándose en la respiración y las sensaciones del cuerpo. Un buen alumno se esfuerza por mantener su mente en el presente durante la práctica, dejando de lado distracciones y preocupaciones externas.
- Humildad: Reconocer que siempre hay más por aprender y mejorar es una actitud importante en el yoga. Un buen alumno no se siente superior a otros y está dispuesto a aceptar correcciones y consejos constructivos.
- Auto cuidado: Además de la práctica en el tapete, un buen alumno de yoga cuida su salud en general. Esto incluye alimentación, descanso adecuado y la búsqueda de un estilo de vida saludable.
- Resiliencia: Enfrentar desafíos en la práctica y en la vida es inevitable. Un buen alumno muestra resiliencia, superando obstáculos con determinación en lugar de rendirse ante las dificultades.
- Compasión y gratitud: El yoga también fomenta la conexión con uno mismo y con los demás. Un buen alumno cultiva la compasión hacia sí mismo y hacia los demás, y practica la gratitud por la oportunidad de crecer a través del yoga.
- Fomenta la responsabilidad: Al contar con tu propio material, desarrollas un sentido de continuidad en tu práctica de yoga. La familiaridad con tus accesorios puede ayudarte a conectarte más fácilmente con la experiencia y a mantener una rutina constante, muestra un compromiso con tu práctica de yoga y te motiva a ser más responsable con tu bienestar y cuidado personal.
Recuerda que el yoga es un camino individual y estas características pueden variar según la personalidad y las circunstancias de cada persona. Lo más importante es adoptar una actitud de apertura, autenticidad y respeto hacia ti mismo y hacia los demás mientras te sumerges en la práctica del yoga.